redentor. mas que un pulmon verde, el botanico de rio -a espaldas de leblon, frente al coqueto jockey club- es una gran fabrica natural de oxigeno que alivia la polucion del aire. y un perfecto "museo de plantas" que nos activa la fantasia del regreso al paraiso perdido y libera subitamente mis siempre obstruidas fosas nasales.
ahi, en la paz agreste del lindo jardin, se nos va la mañana del septimo dia.
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excursion de tarde. bordeamos la lagoa, cruzamos el tunel de los 3 km (que conecta al norte pobre con el sur rico) y al final vemos la luz: en plena foresta de tijuca -mayor selva urbana del planeta-, justo encima del cerro jorobado, nos reciben una manada de floggers y el mismisimo cristo de brazos abiertos.
el itinerario del regreso incluye sambodromo, favela (habitada por "mayoria de gente honesta", aclara el guia), maracana, santa teresa -barrio de artesanos & bohemios-, la polemica catedral conica y la base del pan de sacarina, como rebautizamos al morro da urca, adyacente al pan de azucar.
el chofer de la combi, esquivando limpiavidrios en cada semaforo y haciendo malabares entre el transito imposible de la hora pico, nos devuelve al hostel. en el bar, la cerveza corre de a mares (rehabilitado, opto por el ades de coco) y los yanquis solo quieren divertirse: nuestra noche acabara cuando la de ellos despunte.
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en rustico portuñol, imagino la pregunta al ferretero para conseguir el adaptador que nos permita recargar las pilas de la camara: "voce tem pa enyufar?".
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