adelante, padre & madre; atras, lubi & el centinela.inquieto como la celebre piedra, padre se calza el traje de madrij para programar y liderar la actividad del dia.
desafiando al viento serrano, damos la vuelta al lago del fuerte. hacemos un poco de ejercicio en el gym a cielo abierto, posamos frente al geiser (un chorrito de agua en medio del embalse, bah) y husmeamos el mercado artesanal. de ahi al centinela: aerosilla & sesion flogger antes de enfilar rumbo a la otra mitica roca, (lo que queda de) la movediza.
la original cayo hace un siglo y se partio en tres pedazos: paso entonces de icono a leyenda. una lograda replica simula reemplazarla, pero la historia no tiene boton "deshacer".
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nos aprovisionamos para el frugal almuerzo en el monarca, nuestro supermercado amigo (los comercios del interior suelen bautizarse con nombres pretenciosos y referencias imperiales o nobiliarias). despues, siesta digestiva -ya parecemos santiagueños!- y zambullida climatizada.
un poco de zapping. me cuelgo del cable y descubro algunas perlitas en el canal local: "mostrando lo nuestro" entrevista a un payador que ensaya el arte de la rima en un festival de destreza gaucha; a continuacion, "sociales 2009" exhibe anuncios de salones de fiesta y servicios para eventos, calcados de la parodia kitsch de wainraich.
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cenamos en epoca de quesos, una esquina congelada en 1860 que explota habilmente -con precios algo excedidos de la media- su pasado y la merecida fama de los salames y lacteos tandileros. alli mismo, en el almacen, compro los ingredientes de la picada que degustaremos con los pibes la noche siguiente.
la caminata breve por el centro ayuda a bajar el melon relleno y la provoleta de cabra. bordeamos la plaza principal, que se llama independencia, como el parque (idea fija?). a medianoche del sabado, el movimiento en la calle es minimo. mi resfrio recrudece: la calma pueblerina y el aire limpio ya me estan haciendo mal.
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