mucha arena & poca gente.
estuve en brasil dos veces, ambas durante la primavera menemista y en pleno delirio del peso convertible. la primera, en el verano del 93, viaje con padres, hermana, abuela y la flia safdie a ilheus (bahia). de aquel viaje, un decalogo de recuerdos:
1) paramos en el transamerica, un resort perfecto de la ilha de comandatuba.
2) me gane un gorrito en un torneo de ping-pong.
3) mi mama salio ultima en un concurso de sandwiches cuya vencedora resulto ser una vecina del once, beba de vadia (nunca supe si vadia era el apellido de casada o el nombre de su negocio).
4) flashee con la pileta, de esas serpenteantes y enormes, con cascadas, puentes, arcos de waterpolo y bares donde tomar agua de coco.
5) frente a la playa habia un sector lleno de palmeras y hamacas paraguayas que se parecia bastante a la gloria.
6) entre las GO ("gracious organizer", o madrij en la jerga hotelera) se destacaba una negra altamente dable que le ponia mucha onda; trabajaba ahi casi full life y ganaba -nos conto una vez- sueldo de siervo.
7) comimos camarones a reventar.
8) padre registro todo con su filmadora de mano, gadget noventista si los hubo, comprada un año antes en la flagler de miami. de aquellos videos mi memoria conserva una imagen imborrable: el primerisimoprimerplano del culo de lidia, zoom mediante, durante un paseo en escuna.
9) la isla tenia una laguna para actividades nauticas. anduvimos en jet ski.
10) en pleno estallido pre-puber, entable un platonico amorio de verano con una huesped ya adolescente. solia espiar sus virtudes inferiores por abajo del agua, sumergiendome con disimulo en las profundidades de la pis & na.
genial!!
ResponderEliminar