12.1.09

brasileridad al palo


discrepo del cabezon ruggeri en su diatriba habitual contra quienes, pese a su condicion de argentinos, disfrutan de ponerse la casaca verdeamarelha de la seleccion de brasil. de hecho, me reconozco como uno de ellos.

no tengo nada contra los brasileros. es mas, por varias y obvias razones (como la alegria impregnada en su adn, o -claro- la comoda hegemonia que ejercen en el futbol mundial) merecen mi sincero aprecio. sin embargo, confieso que debi superar prejuicios varios para decidirme a lucir, sin temor a la reprobacion externa, la camiseta que ven en esta vieja foto (circa 2003), y en la cual me sigo enfundando, de tanto en tanto, cuando el deporte nos convoca.

es una umbro original, de las ultimas fabricadas en tela brillosa, que compre en mi segundo viaje a brasil: verano del 95. encima del escudo, tiene estampadas cuatro estrellitas, una por cada copa del mundo que el el scratch habia levantado hasta entonces.

en epocas de guerra (digo, de mundiales) opto por mantenerla a resguardo en el placard, mientras vuelvo a dudar si el acto de vestirla no configura una suerte de herejia o traicion a la patria. pero mi conciencia recobra pronto el estado de calma al ratificar que la rivalidad es apenas anecdotica y artificial (no como la que, por ejemplo, nos enfrenta a los chilenos, quienes -me consta- no pueden ni vernos y hasta apoyaron a los ingleses en malvinas).

se trata, ademas, de una antimonia -en favor de ellos- asimetrica, lo cual despoja de interes a la contienda hipotetica: cuando las fuerzas resultan desparejas, el mas debil quizas se imponga en alguna batalla esporadica, pero la victoria final le sera siempre ajena. su mayor triunfo, en todo caso, radicara en identificar las virtudes del poderoso, celebrarlas y, en lo posible, imitarlas.

lo cierto es que, contradictorios por naturaleza, los argentinos descalificamos al brasilero escudados en el anonimato de la masa.

vacios de argumentos para atacarlos, apelamos al cantico hiriente ("que esta noche nos cogemos a los putos de brasil") y cuestionamos su virilidad o su negrura. bardeamos (me incluyo) con esa cobarde arrogancia de tribuna, aunque -en la intimidad de nuestras convicciones- nos rindamos ante su gracia.

1 comentario:

  1. Genial la camiseta, tengo la misma pero con 3 estrellas. Una aclaración: scratch es un invento de los grendes (?) periodistas argentinos. En Brasil no tienen idea a que refiere esa palabra.
    Este blog empieza a tomar color (y calor)

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