5.1.09

marzo

hay dos grandes motivos -uno psico, otro logico- para irse de vacaciones en marzo.

1) una vez que estalla el verano, el turista pre-otoñal empieza a disfrutar por anticipado la inminencia de su viaje; asi, cuando vuelven los de enero, el todavia tiene su descanso por venir. y se aferra a la certeza de que, al final, reira mejor. entonces, los tempraneros asistiran sin consuelo a la subita reconversion de su piel hacia el tono palido cadaver que la naturaleza eligio para ellos.

2) apagadas las luces del carnaval y la alta temporada, las playas de brasil recuperan en marzo su habitual parsimonia. las muchedumbres desaparecen, los precios se desinflan y el clima continua amable. los lugareños, incluso, redoblan los esfuerzos por complacer al visitante -gesto innecesario en epoca de ocupacion plena- y a uno, en consecuencia, lo atienden con mas esmero.

vendria a ser como dejar lo amarillo del huevo frito para el final. pero todavia mejor: porque, mientras la yema conserva el mismo gusto sin importar cuando la comemos, el viaje de marzo adquiere (por lo expuesto en el punto 2) un sabor especial.

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