la servilleta de gaby L.

lo virtual no quita lo tangible. lo masivo no anula lo singular.

la parafernalia de informacion que el viajero encuentra en internet se agradece, si, pero siempre es bueno volver, cada tanto, a las fuentes de primera mano. recurrir, digo, a las sugerencias de viajeros cercanos -conocidos, parientes, compañeros de trabajo, almaceneros, amigos- que ya estuvieron ahi donde nosotros pronto estaremos.

especialmente, las de aquellos que parecen experimentar un goce genuino en el acto de recomendar. esos que asumen un compromiso casi militante con la promocion de los sitios y actividades -a su juicio- imperdibles. que nos revelan, con el entusiasmo de quien ha descubierto la piedra filosofal, el secreto del parador donde preparan la mejor caipirinha. y nos advierten, con identico enfasis, sobre los lugares olvidables o los caminos a evitar.

de ese modo, acaso, prolongan su propio viaje. y comparten el nuestro.

gaby lutzker, amiga de mi hermana, pertenece a dicha especie. al enterarse de mi plan, paso revista a una serie de tips que carolina apuntaria luego sobre una servilleta de papel. entre sugerencias multiples y diversas, me aconsejo hospedarme en cierta posada economica y agradable de ferradura, búzios; visitar el jardin botanico de rio; y no emprender el regreso sin haber andado por la playa de lopes mendes, en ilha grande.

esa servilleta fue el primer recuerdo que tuve de mis proximas vacaciones. la atesore durante semanas hasta que un dia, luego de volcar su contenido a un archivo de word, la tire a la basura. pensaba sacarle una foto para ilustrar este post, pero al empezar a escribir recorde -y maldije- su descartable destino.

el valor de los objetos perdidos es inversamente proporcional a las chances de recuperarlos.