si hay una industria que no me despierta entusiasmo alguno (y que suelo padecer, resignado, cada vez que mama vuelve de sus vacaciones), es la del souvenir de viaje.
no hablo de aquellos productos genuinamente autoctonos, como el tapiz artesanal que me compraron en machu picchu; el ron y los habanos de cuba; nuestros pintorescos adornos en rodocrosita, la piedra nacional; o el clasico ojito de vidrio azul, amuleto turco para la suerte. mi diatriba apunta, en cambio, a esos bienes que han sido concebidos y fabricados sin otros fines que los de complacer el impetu consumista del huesped extranjero y acreditar su presencia en aquellos pagos lejanos al propio.
nada mas artificial que los tipicos recuerdos con el nombre de la ciudad visitada, tales como remeras (con destino inexorable de atuendo para dormir o indumentaria de gimnasio), imanes, pins, vasos, biromes y tantos otros articulos de calidad minima y coloridos estampados de dudoso gusto. ni hablar de los llaveros con orejas de raton mickey o forma de torre eiffel.
prefiero, en cambio, la originalidad de viajeros como lele, quien de su travesia por el amazonas le trajo a su peluquero una piraña embalsamada. o la mia propia, cuando volvi de NY con la version mas fuerte de la salsa tabasco, para engrosar la coleccion de aderezos extra-picantes de chiche, proclamado rey de las fajitas.
¿que recibira mi gente cuando yo vuelva de brasil? con que humilde presente podre agasajar a parientes & amigos? una cosa es segura: si les convido con garotos, de estas lineas no habre aprendido nada.
8.1.09
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Y si, evididentemente hay que traer algo personalizado que haya que haber pensado, porque sino preferible no traer nada ya que sería por compromiso... que buena piraña!
ResponderEliminarJajaja, genial!
ResponderEliminarAmo ese tabasco habanero. Junto con el boxer de south park está en el top de los souvenirs que he recibido en mi vida!
che... te falto el souvenir que le trajiste a pepe...
;)