palmeira imperial. los mapas sirven para muchas cosas. entre otras, para recordarnos nuestra pequeñez.
el tramo que habremos recorrido al final del viaje representa una porcion infima del territorio brasileño. los sitios que visitaremos aqui, en esta tercera escala, abarcan solo un suspiro de toda la superficie de la isla grande.
la brevedad de la vida nos condena a la ignorancia: por cada lugar que conocemos, hay otros miles a los que nunca vamos a ir.
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aquel pensamiento tragico contrasta con esta sensacion que sobreviene al caer la decima noche: la logica de la exhaustividad no proporciona sabiduria ni goce; el sentido fluye, en cambio, en una dinamica de sintesis.
o sea: el mundo entero cabe dentro del bolinho de bacalao que probamos en un lanchonete portugues de la rua getulio vargas. y la centenaria palmera imperial que custodia la iglesia de santana condensa, en sus 54 metros, todo el tiempo que fue y todo el que sera.
debemos tales certezas a la de nuestra propia pequeñez.
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