centro historico.
antes de empezar a planificar el viaje, jamas habiamos oido hablar de paraty. asociabamos su nombre, tan solo, al de una tradicional revista femenina. no imaginabamos que, detras de aquellas seis letras, se escondia el secreto mas antiguo y mejor guardado del estado de rio.
tras el ultimo cafe da manha en la isla, amenizado por la charla con un matrimonio italiano que recorre latinoamerica, enfilamos rumbo al cais para tomar el ferry a angra. de ahi, otra hora y media en un precario bus que nos dejara en la rodoviaria de nuestra cuarta y definitiva escala.
hasta la posada "refron du mar" son unos 15 minutos de caminata: el empedrado caprichoso del casco viejo me recuerda, otra vez, que traje el equipaje incorrecto.
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completamos el exhaustivo casting de frutas con un suco de graviola. y el de cervejas, con bohemia: decana de las birras brasileñas y, lejos, la mejor.
congelada en el tiempo, paraty contrasta con la imagen sepia que suele pisar lo pasado. aqui, en los barquitos del muelle, en los marcos de ventanas y puertas y en el paisaje que abraza a la ciudad, los colores cobran vida.
8.4.09
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